martes, 13 de abril de 2010

COHERENCIA

Todo lo que nos sucede lo hemos creado nosotros mismos, por acción o por dejadez, pero cada día, cambiamos nuestro futuro para bien o para mal.
Uno de nuestros mayores problemas es sentir una cosa, pensar otra y actuar de otra distinta, con lo cual, terminamos siendo victimas de nuestra incoherencia.
Esta estudiado por infinidad de psicologos, que la Coherencia es algo que el cerebro hace de forma automatica, para que nuestra vida tenga sentido pero tambien que es una actitud que aprendemos desde pequeños, observando a nuestros mayores. Cuando nuestros educadores (padres, abuelos, maestros) no se muestran coherentes entre sus actos y palabras, nuestro cerebro se queda con el acto antes que con la palabra, lo que a la larga termina generando una fuerte inseguridad en nuestra personalidad que se refleja en nuestra vida de adultos a traves de la incoherencia y la perdida de Fe en la palabra de los que nos rodean.

Es muy importante aprender a modificar este comportamiento porque para obtener el resultado deseado, debemos tener Coherencia entre nuestros pensamientos y nuestros actos, que ambas cosas fluyan en la misma dirección. Y debemos tomar conciencia del valor de nuestras palabras.
Cuando no la hay, es cuando nos vemos haciendo y diciendo cosas que no nos agradan o que no nos interesan, con el consiguiente fracaso personal que eso genera.
Para que encontremos nuestra meta, es preciso que nos autoevaluemos cada cierto tiempo, porque si sucede demasiadas veces, que decimos: “Voy a hacer tal cosa” y resulta que hacemos lo contrario, es obvio que algo esta mal. Sobretodo porque lo que decimos de hacer, es lo que nos gustaría o lo que nos haría felices y hacer lo contrario, normalmente proviene de motivos ajenos a nuestra voluntad.
Es muy importante mantener la unidad entre el pensamiento y la acción, porque la incoherencia entre actos/pensamientos trae un desgaste de energía infinito, que repercute en nuestra vitalidad y estado de animo.

No digas en voz alta: “Voy a dejar a este hombre que me hace daño”, para después correr a sus brazos.
No digas “Odio este trabajo. Quiero cambiar”, para después acostarte cada noche sin haber enviado un CV.

Si nos encontramos en este grupo de personas, debemos analizar la infancia, observar ahora si la actitud de nuestros mayores era coherente con sus palabras y si nos es asi, debemos hacer lo posible por trabajar y corregir esta carencia educativa.
Sabemos que es muy facil decir y muy difícil hacer, pero a la larga siempre nos compensara

No hay comentarios:

Publicar un comentario